Trazando mi propio viaje




Aún recuerdo la primera vez que me puse en frente de una pantalla y me adentré en un mundo totalmente nuevo y desconocido. A mis 6 años es mi primer recuerdo de esa insólita aventura, junto con Rango, un camaleón muy ingenioso. Al cabo de un tiempo, Rango se quedó atrás y le cedió el relevo de mi intrépido compañero al famoso Capitán América. Juntos, luchamos contra Loki y su ejército de los Chitauri, nos adentramos en el reino de Arandelle y derrotamos a Voldemort. 


No fue hasta varios años más tarde, que mi vida cambió de rumbo y me contrataron para trabajar de guardia de seguridad en una pizzería, pero no estaba muy bien pagado. Además pasaban cosas extrañas, así que decidí dimitir y me fui de vacaciones a Estados Unidos, más concretamente a Nueva Orleans. Al lado de mi hotel había una mansión. Todos los habitantes de la ciudad decían que ahí vivían brujas, así que decidí no acercarme mucho.


Cuando mis vacaciones se acabaron, decidí coger un vuelo a Londres, donde conocí a un ángel y un demonio, llamados Aziraphale y Crowley. Llevaban más de 6000 años juntos, eran inseparables, por más que cueste creerlo. Aziraphale, vivía en una entrañable biblioteca. Me encantaba pasar las horas ahí metida, sentada en su sillón leyendo libros en compañía del ángel. Por otro lado, cuando me apetecía algo más de adrenalina, Crowley y yo nos íbamos a dar vueltas por el centro de Londres a 100km/h en su queridísimo Bentley de 1926. 


Un día caminando por Baker Street, del 221B salió un hombre con un gorro de detective junto con lo que parecía ser su amigo. Me habría gustado saber quienes eran, me daba intriga.


Ahora, me encuentro junto al Doctor en su famosa TARDIS, -que es más grande en el interior-  viajando por el universo hasta el fin de los tiempos.


Comentarios

Entradas populares