Las mujeres que marcaron mi vida

A lo largo de mi vida he conocido a multitud de personas y he podido descubrir multitud de historias inspiradoras. Con todo ello puedo asegurar que aquellas que más han marcado mi vida han sido mujeres: mi madre, mi tía, mi abuela, mi profesora de historia. Aunque, también he adquirido mucho de aquellas no tan cercanas: Sofonisba Anguissola, Artemisia Gentileschi, Jane Austen, Marilyn Monroe, Emma Watson

Como amante de la historia y del arte comenzaré por aquellas mujeres que tuvieron que vivir en épocas pasadas, épocas más difíciles para nuestro género, y, aun así, dejaron su huella en el largo camino que se ha ido, se sigue y se seguirá recorriendo hasta llegar a la igualdad. Por ejemplo, en la asignatura de Historia del Arte solo se estudiamos artistas masculinos -con la excepción de Berthe Morristown, a la cual únicamente se la menciona-; dejándose de lado artistas femeninas que han llegado a superar a sus maestros o han inspirado a otros grandes artistas. Algunas de las grandes que han sido olvidadas son Sofonisba Anguissola, quien supuso una inspiración para el grandísimo Rubens, trabajó en la corte de Felipe II por muchos años y marcó las bases de la pintura renacentista consiguiendo una aplicación y gracia que muchos artistas del momento no pudieron; y Artemisia Gentileschi, artista que trabajó junto a Caravaggio, quien se atribuyó muchos de sus cuadros, incluso, en Florencia, en la Galería de los Uffizi, hay una sección dedicada a dicho pintor donde se encuentra una de las mejores obras de artemisia “Judit decapitando a Holofernes” y si no te fijas con atención no podrás ver su pequeño nombre inscrito en el marco, atribuyendo, instintivamente, la obra al varón. 

A continuación, hablaré de Jane Austen, esta escribió novelas en las que retrataba mujeres complejas, fuertes, decididas, astutas, bondadosas, valientes, reflexivas, con capacidad para pensar por si mismas, sostener discusiones sobre literatura y lanzar miradas irónicas y divertidas sobre lo que los demás consideran verdades inmutables. Entonces la educación, la ambición y el trabajo eran cosas de hombres y Austen, con su ingenio, demostró que había muchas como ella: mujeres muy adelantadas a su tiempo que no aceptaban que la sociedad las encerrara en clichés absurdos. Con todo esto no podemos juzgar a la escritora porque en todas su novelas se narrara una historia de amor, ya que,  simplemente estaba retratando su realidad, un momento en el que solo se podía ser mujer junto a un hombre; y, a pesar de ello, consiguió crear protagonistas que no esperaban pasivamente a que un hombre las eligiera, sino que tomaban sus propias decisiones y no renunciaban a su libertad por hombres, dinero o posición social: para ellas lo más importante era su libertad. 

Ahora es el turno de una de las mujeres que más me ha inspirado, pues al querer ser yo actriz no puedo dejar de verla como un autentico referente y modelo a seguir. Marilyn Monroe, cansada de que únicamente le dieran papeles de “rubia tonta” y le pagaran menos que a sus compañeros, decidió trasladarse a Nueva York donde decidió abrir su propia productora de cine, siendo la segunda mujer en la historia del cine en hacerlo. De este modo desafió al sistema de estudios de Hollywood y se convirtió en un gesto verdaderamente revolucionario. Además, luchó contra los roles de género, reclamó sus derechos laborales -y los de todas las actrices-, denunció el acoso sexual que se producía en los estudios y la realidad sexista que existía tras la gran pantalla; y reivindico la libertad del cuerpo femenino, reclamando el derecho de las mujeres a mostrar su cuerpo con autonomía. Esta fue una mujer emprendedora que defendió sus derechos e inquietudes, apostó por su libertad, se enfrentó a toda una industria y abrió el camino que, posteriormente, otros grandes actores y actrices  siguieron: verdaderamente se adelantó al movimiento feminista que vendría tras su muerte. 

Por último, no podía olvidar a Emma Watson, la mujer que marcó mi infancia y adolescencia -como buena fan de Harry Potter que soy-. Esta, además de ser una extraordinaria actriz, es embajadora de la ONU Mujeres, convirtiéndose en un icono feminista. Desde adolescente reivindica la igualdad de género y comenta que uno de los motivos es el hecho de que, con tan solo 8 años, se dio cuenta de la manera desigual en la que la trataban por el simple hecho de ser mujer: ella quería dirigir las obras de teatro del colegio y por ello la llamaban “mandona”. Más adelante siguió sufriendo este tipo de discriminaciones ya que cobraba menos que sus compañeros varones por el mismo trabajo cinematográfico, sus opiniones no eran tomadas en serio y su cuerpo estaba sexualizado por los medios de comunicación. Sin embargo, el momento en el que verdaderamente destacó en el movimiento feminista fue en 2014, con su discurso como embajadora de la ONU Mujeres y su anuncio de la campaña HeForShe, la cual promueve que los hombre y niños se involucren en la consecución de la igualdad de género y la reivindicación de los derechos de las mujeres. Con todo esto puedo asegurar que Emma es una de las portavoces feministas más importantes del momento y sigue con su labor social por redes sociales llegando a muchos jovenes que serán la clave para seguir con nuestra lucha en un futuro. 

Pues bien, una vez hemos recorrido la vida de todas estas mujeres maravillosas que han marcado mi vida, reflexiono y llego a la conclusión de que si la sociedad hubiera confiado un poco más en las mujeres estás podrían haber ayudado a escribir una historia totalmente diferente. Está claro que necesitamos a los hombres pero nosotras también somos una parte importante de la sociedad, también podemos ser las que asumen los riesgos, las que ayudan, las que salvan, también somos imprescindibles. 

Por todas estas mujeres que iniciaron el cambio, por las que lo han continuado, por ellas, por nosotras y por las que vendrán, situamos luchando hasta conseguir la igualdad, algo que todo merecemos. 


 

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